El kintsugi es una práctica japonesa cuyo objetivo es reparar la cerámica fracturada o rota utilizando barniz de resina mezclado con polvo de oro, plata o platino. Este arte enseña que aunque algo nos parezca destruido o sin ningún valor, puede transformarse en algo aún más hermoso y valioso, capaz de inspirar sentimientos de admiración.
Esta técnica plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Así, al poner de manifiesto su transformación, las cicatrices embellecen el objeto.
Aplicar el kintsugi en nuestro crecimiento personal es reconocer que en ciertos momentos vivimos incidentes dolorosos y el mejor camino a la sanación es aceptarlos, reconocer que si existe el dolor o la fractura(si me hirió, siento que estoy rot@ internamente), y en vez de ocultarlo, minimizarlo, LO ACEPTO y acepto también que este evento formará parte de mi historia, que este hecho me enseñará algo para mejorar, para transformarme y con mucho AMOR busco las formas de sanar las heridas, aprender, dejarme ayudar, PERDONAR, SOLTAR y al hacerlo con AMOR y COMPASIÓN estaríamos reparando con ORO nuestro ser, así nos TRANSFORMAMOS y embellecemos nuestra vida.
Kintsugi en nuestra vida es reconocer también que no soy un ser perfecto y acepto mis imperfecciones, pero siempre con actitud de ser mejor persona y superarlas para cubrirnos del platino de la fortaleza de espíritu.
Relacionando con el AUTOESTIMA, cada error cometido en nuestras vidas nos ha dejado una enseñanza, nos ha convertido en las personas que somos. Si en lugar de ocultar nuestros errores, mostramos nuestra fortaleza al superarlos, seremos como las pequeñas vasijas japonesas que, orgullosas de su historia, muestran sus imperfecciones cubiertas con el metal precioso de su cambio.
“Amo cada una de mis cicatrices porque cuentan mi historia; mis heridas y mis desaciertos me han convertido en el SER HUMANO que soy”.
Kintsugi tambien es una enseñanza para la RESILIENCIA, saber que frente a las adversidades y errores, hay que saber recuperarse y sobrellevar las cicatrices.
«El mundo nos rompe a todos, y luego algunos se hacen más fuertes en las partes rotas» Ernest Hemingway
Si te equivocaste lastimando a aquellos que amabas, REPARA tus errores con el oro de tu amor, de tu arrepentimiento y del cambio de conducta que te transformará en una vasija envuelta en reconciliación y de mucho más valor.
Con mucho cariño,
Equipo Centro PASCANA
por Ana Cristina Durazno, Coach ontológica, motivadora, facilitadora de liderazgo personal, gestión empresarial, manejo de emociones, autoestima.